Presentación de la sentencia.
El contexto en el que se emite la sentencia es el de un activismo judicial contrario a la legislación social protectora. Una ley de New York de 1895 prohibía que los trabajadores de panaderías hicieran jornadas de más de diez horas diarias o de más de sesenta horas semanales. Joseph Lochner, propietario de una panadería fue sancionado por haber hecho laborar a uno de sus empleados más del tiempo permitido. Impugnó la multa, pero perdió en los tribunales del Estado y acudió a la Suprema Corte. En la sentencia Lochner vs. New York (1905) la Suprema Corte anuló la ley estatal de regulación de los horarios de trabajo por ser contraria a la libertad de contratación y a la propiedad. La Corte, en ese momento, militaba en contra de las tímidas reformas sociales y así lo puso de manifiesto el juez Holmes en su voto particular con el que acompañó a la sentencia, criticando el activismo judicial, que empujaba a la Corte a inmiscuirse en asuntos políticos e impusiese su propio criterio frente al Poder Legislativo……
……..Siete años después del caso Lochner, la minoría de entonces, (los jueces Brewer y Peckman discreparon) se convirtieron en mayoría: Peckman fue el ponente y los jueces Holmes, Harlan, White y Day firmaron votos particulares. Para la Corte, el common law en su sentido más tradicional y las garantías de la propiedad y de la contratación impedían al legislador entrometerse en la ordenación de las leyes laborales y en la plena libertad contractual de las partes…..
……En el caso Hammer vs. Dagenhart (1918) la Corte anuló una ley federal que pretendía regular- indirectamente- el trabajo infantil. Se trataba de una ley que prohibía el transporte interestatal de objetos manufacturados en fábricas que empleasen menores. La razón de la anulación fue competencial: la Corte dijo que con la ley federal se estaba regulando la fabricación de bienes, lo cual no estaba atribuido al Congreso sino a los Estados. Tanto la sentencia Hammer vs. Dagenhart, como la Lochner vs. New York , contó con un voto particular discrepante del juez Holmes. p.p. 172-177
Sentencia Lochner vs. New York.
……dado que la ley se refiere al número máximo de horas de trabajo en las panaderías, resulta evidente que entra en conflicto con la libertad contractual que preside las relaciones laborales entre patrón y empleado. Ya hemos dicho que la libertad contractual respecto de los negocios y del comercio forma parte de la libertad individual protegida por la 14ª enmienda. Por ello, el derecho de adquirir o vender trabajo está respaldado por dicha libertad……..
……cuando en un Estado, en el ejercicio de lo que considera son sus competencias de policía, promulga una ley que limita notablemente los derechos a trabajar y a contratar de personas con plena capacidad jurídica, como son el patrón y el trabajador, resulta esencial determinar cuál de los dos derechos prevalece: el derecho del ciudadano a trabajar durante el tiempo que quiera o el derecho del Estado a impedirle trabajar o firmar un contrato que prevea un tiempo de trabajo superior al legalmente establecido……
…..ante cada recurso en el que se cuestione una ley estatal de policía debemos plantearnos: ¿la ley impugnada es fruto del ejercicio justo razonable y adecuado del poder de policía? ¿O, por lo contrario, representa una injerencia irrazonable, arbitraria e innecesaria para su subsistencia o la de su familia? Naturalmente, la libertad contractual en materia laboral se aplica de forma indistinta a las dos partes. Tanto derecho tiene una de ellas a vender su trabajo como la otra a comprarlo……
…..Creemos que en el caso que nos ocupa, el Estado ha sobrepasado los límites de los poderes de policía…..
Trabajar en una panadería no es objetivamente peligroso hasta el punto de habilitar al legislador para interferir en el derecho al trabajo y con la libertad contractual que todo ciudadano tiene garantizada, sea patrón o trabajador…..
…..Normalmente y conforme al sentido común no se considera a esta profesión como insalubre. Sin duda, un médico no recomendaría a nadie este empleo, o al menos, no éste empleo más que otro, como tratamiento para curarse de alguna enfermedad……No es arriesgado afirmar que todos los empleos perjudican o afectan, en mayor o menor medida, a la salud….No habría profesión o colocación, no habría modo de ganarse la vida que pudiese escapar a ese control omnipresente, y las leyes que limitasen el tiempo de trabajo para cualquier sector serían válidas pese a las restricciones…..
No creemos que esta ley tenga un fundamento razonable…..No es en el sentido correcto de la palabra una ley de sanidad, sino que representa una injerencia ilegítima en los derechos de los ciudadanos (tanto patrones como trabajadores) a pactar sus horarios de trabajo como mejor les convenga…….
……Creemos que la verdadera intención y objeto de la ley era, sencillamente, reglamentar las horas de trabajo entre el patrón y los empleados (todos ellos con plena capacidad jurídica) en una actividad que no es de ninguna manera peligrosa para el orden público y que no presenta un grado sustancial de peligro para la salud de los empleados……
Se anula la sentencia recurrida.
Voto particular del juez Oliver W. Holmes.
……la constitución no ha pretendido hacer suya una teoría económica determinada, bien se trate de paternalismo, del organicismo político o del laissez faire Una constitución está hecha para el pueblo y el pueblo son personas cuyas ideas fundamentales y convicciones no pueden coincidir….. Las ideas generales no sirven para resolver los casos concretos. La solución debe encontrarse mediante un juicio o una intuición bastante más sutiles que una deducción extraída de una premisa mayor general y abstracta……
……no es preciso reflexionar mucho para darse cuenta que la ley de New York que ahora se somete a esta Corte está muy lejos de merecer esta descalificación. Una persona razonable podría ver perfectamente en ella una medida destinada a proteger la salud. Otra persona nada irrazonable la daría por buena como un primer paso hacia una regulación general de los horarios de trabajo. p.p. 178-185